Número 6 - Octubre 1998
VITRINEO

Escultura que apunta hacia el cielo

Elisa Naranjo, escultora. Nace en 1965, flaca y no muy alta, como la mayoría de las escultoras chilenas, pero con una fuerza increíble, es Licenciada en Artes Plásticas de la Universidad de Chile. Trabaja una gran variedad de materiales y tamaños. El año 1996 ganó el Fondart, con una propuesta de instalación. Éste último tiempo ha trabajado en murales de grandes dimensiones, para la empresa privada.

Léanla con atención, algo aprenderán.


La escultura tiene que tener - además de lo artístico- ciertas características técnicas y físicas, a pesar de que parece obvio, el espectador no está tomando en cuenta esa parte del asunto cuando observa una obra...

Físicamente hablando, la escultura es materia "inanimada". Minerales, plásticos, elementos "inmóviles", que tienen que buscar el equilibrio para que el peso y la masa se sostengan en el espacio. Esta es una de las restricciones más grandes que tiene la escultura. Los materiales que yo uso, son indómitos e indoblegables, bueno, se pueden doblegar, pero yo no quiero eso, no quiero hacer la piedra hueca para que pese menos, me gusta respetar su molecularidad. En vez de hacer con la piedra lo que "yo" quiero, ver que se puede hacer con esa piedra, para que esa piedra unida al fierro, por ejemplo, se mantenga por sí misma, se sostenga en su propio peso, basándose en una estructura que tuviste que pensar antes. 

O sea que el desarrollo material de la escultura tiene que ver con la ingeniería, que no se caiga el edificio...

Totalmente, con la ingeniería, con la arquitectura, con el desarrollo del volumen en el espacio, con la química, hay cada vez más adelantos químicos que se aplican a la escultura.

¿Y tu escultura en el sentido estético?

Primitiva, en el sentido elemental, que dos más dos es cuatro. Cuando comprendí que el elemento básico que se sostiene por sí mismo es el cuadrado, comencé a plantearme la escultura sobre una base geométrica. Te ayuda a tener una limpieza visual.

Una base geométrica...

Y matemática... la geometría se transforma en tu aliada. Intuitivamente comencé preocupándome por la textura y para llegar a ella tuve interiorizarme con los elementos que me han sensibilizado siempre. La escultura es un trabajo solitario, por lo menos en mi caso Espacialmente mis cosas parecen uniformes, porque la solución mental y técnica que les doy es uniforme.

Sin embargo vas recreando esa forma de una manera que no es tan evidente...

Bueno, para mí es evidente, es mi método, lo que pasa es que en cada una de ellas hago algo diferente, es eso que siempre has buscado y nunca puedes encontrar y en el hecho de seguir buscando, siempre llegas un poco más allá. Por ejemplo, caminando en la calle veo una de esas paredes de adobe, que ha sido muchas veces repintada, y se ha descascarado y deja una huella que es única. Trato de adueñármelo. En ese momento es la imagen que persigo. Ese es el origen y el motivo y al final resultó otra cosa. Y bueno, sigo buscando esta textura por otro lado y viene la próxima escultura...
 

Me imagino que lo urbano te ofrece infinidad de posibilidades que te inspiran en la materialidad de tu escultura...

No solo lo urbano. Todo. La naturaleza, por ejemplo las piedras que encuentras en el sur, o en la Carretera Austral, esas piedras tan parecidas a un pedazo de edificio destruido, en su naturaleza tan brutal, tan ruda, siendo inmensamente bella. Encuentro texturas que me conmueven, formas que se sugieren.

Cuéntame sobre los materiales que tú usas.

Los materiales que uso son sólo canales o medios para llegar a lo que yo busco. El uso frecuente de algunos materiales me ha hecho más maestra en eso, que es el caso de la fundición en metal y el cemento, los que manejo muy bien, me han servido para lograr lo que buscaba, pero me inquietan los materiales en general, mientras más naturales, mejor.

He visto esculturas tuyas, en adobe, con cuarzo, algunos simplemente no sé que son, pero son de una diversidad enorme.

Sí, yo creo en matar el ego. No me gusta cuando una obra es como una oda a su creador, "soy obra de", no quiero eso. Por eso he dejado algunos materiales, porque ya se estaban relacionando mucho conmigo. No me quiero casar. 

¿Qué ha significado para ti hacer murales grandes?

Lo que más me entusiasmaba era que, al ser más grande lo iba a ver más gente. Para una casa particular, 3 mts. ya es una medida grande. Y la aprecia el dueño y sus amigos, lo que limita la comunicación. Por otro lado, los Museos, son un ámbito cultural y especializado. Eso es lo rico de hacer cosas grandes, que lo ve todo tipo de público.

¿Y la experiencia de hacer estos murales, propiamente tal?

La primera vez "pagué el noviciado", crees que te la puedes, pero tienes que recurrir a recursos que no están en tu formación, y depende mucho de tu propia capacidad, de voluntad, de perseverancia y de serenidad, porque una obra de grandes dimensiones, con un presupuesto grande, y con una responsabilidad frente a los mandantes y al público que lo va a recibir, te obliga a dejar tu mundo tan abstracto y "volao" y te obliga a hacer curso rápido de construcción y conocimientos técnicos, los que no eran suficientes y asesorarte de las personas adecuadas. 

¿Podrías explicarme el punto de vista espiritual de tu escultura, de tus instalaciones y murales?

La escultura es volumen, es un sujeto que participa, es como tú, una presencia, te provoca algo en el ámbito físico y espiritual. No quiero encasillarme, pero me catalogaría de conceptual, en el sentido de que todo nace en tu mente, la idea es lo primero y después con el sentimiento, este es un concepto metafísico, primero mente, luego sentimiento, tus manos ponen el resto. Primero el concepto.

Mis instalaciones son hieráticas, aparentemente serias, pero están como hablando de adentro, seres silenciosos con una poderosa voz interior, físicamente son unos pedazos de cemento, fierro, etc. pero por ejemplo con los dos guardianes que están colgando del muro y en el medio, el gran guardián, como están en el Museo y este es amplio y tiene buena iluminación, instalas como realmente debe ser. El silencio carga la fuerza de las esculturas, el silencio es como la luz, elementos que forman parte del volumen, volumen físico, lo que puedes tocar y está lo otro invisible, que también es parte de la obra, si pasa lo que yo busco, que es lo que me pasa a mí cuando algo me conmueve, será una relación profundísima, intima, entre un gran ser y tú, un ser superior que te comunica. Como cuando te encuentras con un árbol gigante y sientes respeto. Reverencia.

Si quieres enviar un e-mail a Elisa: elisanaranjo@mixmail.com
 


YTO

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