Número 7 - Diciembre 1998
LABORATORIO


PROTECCIÓN SOLAR

El verano ya está aquí. Es tiempo de mirar el mapa para planificar las vacaciones. Visitas a tiendas de ropa de baño, bolsos, etc... es necesario prepararse ¿recordamos tomar precauciones para proteger nuestra piel del sol?

Nuestro planeta recibe día a día radiaciones procedentes del sol. El espectro de radiación solar se encuentra dividido en sectores, en función de la longitud de onda de las radiaciones, pero el oxígeno y el ozono de nuestra atmósfera realizan una labor de filtración que impide el paso de los rayos cósmicos, gamma y X y las longitudes más cortas de los ultravioletas (UVC). Así, hasta nosotros llega: 49,5% de radiación IR, 44,3% de radiación visible, 6,2% de radiación ultravioleta; 5,9% de UVA largos y cortos, 0,3% de UVB.

La piel se defiende con mecanismos fisiológicos complejos pero se hace necesaria la fotoprotección externa. Algunos de estos mecanismos son: 

  • Melanogénesis. Proceso de fabricación y distribución de las melaninas que dan el color a la piel y el cabello, siendo regulado por la radiación UV, estímulos hormonales y factores hereditarios.
  • Otra forma es el engrosamiento de la piel (estrato córneo). Constituye una respuesta retardada del tejido cutáneo a la agresión solar equivalente a un coeficiente de protección 2 ó 3. Esta acción protectora se refuerza con los lípidos de superficie de la piel.
Efectos biológicos del sol sobre la piel

Los efectos de las radiaciones solares en la piel son:

  • Radiación UVA que es responsable de la pigmentación inmediata y es responsable de alteraciones del DNA, fotoenvejecimiento, potenciación de los efectos nocivos de UVB, reacciones de fototoxia y fotoalergia, etc.
  • Radiación UVB a dosis moderada presenta actividad antirraquítica estimulando la formación de vitamina D; origina engrosamiento de la piel, disminución de la capacidad del sistema inmunológico y cáncer de piel.
  • Radiación IR: origina enrojecimiento de la piel, elevación de la temperatura con resecamiento por pérdida de humedad; contribuye a acelerar los efectos negativos de la radiación UV.
Algunos de los efectos inmediatos son:
  • Acción calórica. La radiación IR penetra hasta la hipodermis, transformando su energía en calor. Produce una vasodilatación de la dermis que se manifiesta en una mayor temperatura cutánea con sensación de calor. La piel, mediante un mecanismo reflejo, provoca la sudoración. Cuando estos mecanismos termorreguladores se saturan, se producen los fenómenos de insolación.
  • Pigmentación inmediata. El bronceado inmediato comienza con la débil energía de la radiación UVA y la luz visible, que oxidan la melanina provocando el color.
También pueden ocurrir alteraciones de la pigmentación de la piel, que son afecciones cutáneas caracterizadas por una modificación del color normal de la piel debido a un trastorno de la pigmentación: disminución o pérdida de pigmento, pecas (Son muy frecuentes en sujetos pelirrojos y aparecen o se acentúan con la exposición solar), lunares: más oscuros que las pecas, aparecen en cualquier zona cutánea. Pueden ser malignos. manchas oscuras con bordes poco definidos y localizados en zonas expuestas al sol.

La necesaria protección solar

Por todo lo expuesto, una de las formas de prevenir los efectos perjudiciales del sol es la correcta utilización de protectores solares o fotoprotectores, que contienen filtros que protegen de las radiaciones nocivas del sol. 

Factor de protección solar (FPS)

Este valor nos orienta acerca del múltiplo de tiempo que podemos tomar el sol sin peligro, en comparación con el tiempo de exposición sin filtro protector. Por ejemplo, a una persona capaz de permanecer el primer día de exposición 15 minutos sin riesgo de quemaduras, un factor de protección solar 8 le protegerá del sol sin riesgo durante 120 minutos (8 x 15). los fotoprotectores se clasifican como: 

  • Protección mínima: están incluidos los índices 2 a 4.
  • Protección moderada: índices 4-6.
  • Protección extra: índices 6-8.
  • Protección máxima: índices 8-15.
  • Protección ultra: con índices superiores a 15.
Filtros solares

Son sustancias capaces de reflejar o absorber una parte del espectro de la radiación solar. Los filtros solares se pueden dividir en:

  • Filtros físicos: son sustancias que reflejan la luz UV e IR
  • Filtros químicos: son sustancias químicas que absorben la luz UV actuando modificándose e impidiendo que las radiaciones afecten a las estructuras de la piel.
  • Filtros físicos reflectantes. Son sustancias minerales que se utilizan en forma de suspensión y son opacas a la luz. Tienen capacidad de reflejar las radiaciones (UVB, UVA, visible). Poseen el efecto de blanquear la piel, ya que reflejan la luz visible.
  • Filtros químicos. Sustancias capaces de absorber longitudes de onda del espectro UV (UVB o UVA), transformando la energía incidente en energía no dañina.
En cuanto a la clasificación de los protectores solares con resistencia al agua tenemos los:
  • Water-resistant: resisten una inmersión de 40 minutos, o dos de 20 minutos.
  • Water-proof: producto que permanece sobre la piel tras un baño de 80 minutos o cuatro de 20 minutos.
Un producto que cumpla uno de estos requisitos se puede considerar también resistente a la transpiración.

Activadores del bronceado

Son sustancias que estimulan la síntesis de melanina, por lo que presentan efecto protector sobre la piel. Podemos distinguir:

  • Sustancias activadoras de la melanina: entre este tipo de sustancias se encuentra la tirosina, aminoácido que participa en la formación de melanina, activando el proceso de bronceado.
  • Sustancias estimuladoras de la formación de melanina y su migración a la superficie: son representativos de este grupo los psoralenos, componentes naturales de las esencias de cítricos. Absorben la radiación UVB y UVA, y estimulan la síntesis de melanina y su migración a la superficie.
Algunas observaciones:

Es prudente tener cuidado con algunos elementos que pueden incidir negativamente en los efectos de la exposición al sol:

  • Factores ambientales como: niebla, nubes, contaminación... El 90% de la radiación UV es capaz de atravesar las nubes, persistiendo así el riesgo de las quemaduras.
  • Reflexión: la nieve, el agua y la arena reflejan la radiación incidente, por lo que se suman sus efectos a los de la radiación directa a la piel.
  • Los niños tienen una piel fina y sensible, ya que su capa córnea es más delgada, siendo más fácilmente agredida por agentes externos. Por sus hábitos de juego pueden recibir dosis mayores de radiación que un adulto y, por tanto, con más peligro de insolación y deshidratación. Por ello se recomienda una alta protección en estos casos.
  • Ancianos: tienen la piel traumatizada y el sistema inmunológico debilitado por el paso de los años, por lo que es recomendable la protección de las radiaciones solares.
  • Embarazo: se recomiendan productos de alta protección, ya que existe más riesgo de que aparezcan manchas.
  • Enfermedades: algunas enfermedades suponen un riesgo de efectos adversos ante la exposición al sol (vitíligo, porfiria, lupus eritematoso, herpes, albinismo, ciertos acnés, cicatrices...).
Como conclusión, el fotoprotector ideal debe reunir las siguientes características: 
  • Buena penetración y fijación en las capas epidérmicas, asegurando una protección prolongada.
  • Resistente al agua y a la transpiración.
  • Estable a la luz, aire, humedad y calor.
  • Ausencia de toxicidad
  • Buena tolerancia por la piel, inocuidad.
  • Buena absorción de radiaciones nocivas.
Algunos Consejos:

Antes de la exposición solar:

  • La piel debe estar correctamente hidratada y limpia.
  • Evitar el uso de productos que contengan alcohol (perfumes, colonias, desodorantes) que pueden producir manchas oscuras en la piel.
  • Elegir el fotoprotector más adecuado según la piel y el tipo de exposición al sol, teniendo en cuenta las condiciones ambientales.
  • Aplicar el producto solar 30 minutos antes de la exposición solar sobre la piel bien seca. 
  • Evitar tomar el sol, o aumentar la protección: entre las 12 de la mañana y las 3 de la tarde. 
  • Recordar que el agua, la nieve y la arena reflejan los rayos solares, aumentando los efectos sobre la piel.
  • Sentarse a la sombra no garantiza la protección para evitar una quemadura solar.
  • Utilizar el fotoprotector incluso en días nublados.
  • Para broncearse, se recomiendan exposiciones cortas al sol (15 minutos) al inicio de la temporada, que irán aumentando gradualmente, siempre acompañadas de aplicaciones de protectores solares.
  • Es aconsejable comenzar por un FPS alto durante la primera semana de exposición, para luego pasar a un producto de índice menos elevado.
  • El espesor de la película aplicada a la piel influye en la eficacia del fotoprotector.
  • Se deben extremar las precauciones en las partes del cuerpo más sensibles al sol: cara, cuello, calva, escote, orejas y empeines.
  • La protección de los ojos con gafas de sol adecuadas, de los labios con lápices o barras fotoprotectoras y del cabello con sombreros o con productos específicos.
  • Para compensar la pérdida de líquido por la exposición solar, es conveniente ingerir abundante líquido.
  • La aplicación del producto solar debe repetirse cada 2 ó 3 horas, y siempre después del baño o excesiva sudoración.
  • Después de la exposición solar:
  • Es importante hidratar la piel, después de una ducha de agua tibia, para recuperar la pérdida de agua y prolongar el bronceado.

  • MR. BROWING 

    Si deseas que MR. BROWING escriba sobre algún tema de tu interés, o quieres hacerle llegar tus comentarios o preguntas, escribe a browing@atico.cl y él gustosamente te responderá.


 


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