El Sábado 1º de Agosto del presente año, se efectuó en Santiago de Chile una concentración para manifestar el descontento de la ciudadanía por los nulos avances en contra de esta lacra, que entre paréntesis, nosotros mismos construimos día a día.

Por otra parte, en un programa matinal de nuestra televisión, el Intendente de nuestra capital, explicaba que frente a las infracciones que cometieren empresas constructoras al, demoler, por ejemplo, la comunidad debía en conciencia, denunciar estas irregularidades; frente a la pregunta de cuál es el procedimiento, él respondió que se debía denunciar ante la Dirección de Obras de la respectiva Municipalidad o ante el respectivo Juzgado de Policía Local. Se le reparó entonces, que frente a otros problemas, como por ejemplo la quema de basura, el medio era otro, y otro si se trataba de contaminación de fuentes fijas, y otro si se trataba de fuentes móviles. En resumen, el Sr. Intendente debió reconocer que efectivamente existían cuatro o cinco formas de denunciar. Es decir, en todo este tiempo, no ha sido posible canalizar todas las denuncias a través de un fono denuncia, por ejemplo.

Todos sabemos, o suponemos, que el asunto no es fácil de resolver, que se trata de un tema complejo y técnico. Pero podemos ver que hay cosas que son de sentido común, que en este caso es el menos común de los sentidos. 

El punto es que tenemos derecho a pedir coherencia en las medidas que se tomen, que cuando se nos señala que comenzará a aplicarse un nuevo sistema de medición, éste comience a aplicarse cuando se ha señalado, y si no es mucho pedir, que funcione.

No soy el único que se habrá planteado este asunto, y otros lo harán después que yo, pero es del caso también que no somos mayoría al respecto. No tenemos conciencia: todos tratamos de eludir la restricción vehicular de las más diversas maneras, ya sea comprándonos dos autos, o saliendo en la madrugada desde nuestras casas. Cierto, el transporte público en esta ciudad no es lo más agradable que hay, pero entonces hagamos algo. Existen algunos transportes de empleados tipo furgones escolares, para gente de un mismo lugar de trabajo, por qué no incentivar aquello, digo yo.

Un amigo tuvo la oportunidad de asistir al mundial de Francia, y me contaba una situación. Cuando Japón jugó con Argentina, después del partido todo el sector que era ocupado por lo japoneses, fue rigurosamente limpiado, los desechos puestos en bolsas de basura, y ésta puesta en los respectivos recipientes... por los propios japoneses. Ese es el punto, hay que tener conciencia sobre el problema, hay mucho por educar. Lamentablemente quizás, nuestra generación no tenga muchas posibilidades de aprender, pero las que vengan después de nosotros sí. Echo de menos un ramo de cultura ambiental en nuestros pequeños, ( también podría pensarse en un ramo de cultura de tránsito, para no seguir muriendo como moscas). Pero lo más importante, es la cultura de la casa, es desde el hogar donde deben partir las directrices que puedan cambiar nuestra mentalidad, pero "lo que natura no da, Salamanca no presta..."

Lo más relevante entonces es que podamos primero tomar conciencia de que este problema no se resuelve con comisiones, ni anteproyectos, ni con "señales muy potentes...", sino que con conciencia y responsabilidad, primero de la comunidad y luego de las autoridades. Si nosotros mismos no somos conscientes y responsables del asunto, ¿cómo podemos pedir lo mismo a las autoridades?.

Hoy el problema urge, y me pregunto que he hecho efectivamente por solucionarlo, cuánto estoy dispuesto a ceder por la salud de todos, y concluyo que no soy tan solidario como creí, ni tan enérgico al momento de responder y exigir. Si usted piensa lo mismo que yo, y está dispuesto a ayudar, comprometa a alguien más en ello, y así estaremos creando la debida conciencia, de lo contrario deberemos seguir esperando que nuestros problemas lo resuelvan comisiones, autoridades o cualquier otro símil, que como vemos están muy preocupados de estudiar nuestras aflicciones, pero poco han logrado… quizás por nuestra culpa.
 

"Sin Mareo" es una columna hecha por Sodoma, quién acostumbraba discrepar de "Gomorra" en las dos facetas de la realidad que nos mostraba "Contracara". Ahora Sodoma expone su punto de vista e invita a sus lectores a confrontar sus opiniones con las de él, a ver si acaso no están un "poquito mareados". Si deseas que SODOMA escriba sobre algún tema de tu interés, o quieres hacerle llegar tus comentarios o preguntas, escribe a sodoma@atico.cl y él gustosamente te responderá.