DISTRIBUCIÓN GRATUITA     Número 1 - Mayo 1998

Hace mucho tiempo que dejaron de ser una moda, basta recordar los viejos clásicos que iniciaron la tradición en nuestro país, como la reconocida "Madrastra". Los más viejos la recordarán por que más de alguna lágrima les arrancó y porque creó una verdadera conmoción; sin embargo, en la actualidad las teleseries han dejado de ser una cosa de entretención, han pasado a convertirse en un estilo de vida. Hoy ningún adolescente puede catalogarse de tal sino ve alguna teleserie nacional y esto ha sido muy bien aprovechado por las estaciones de televisión, ya que los argumentos de estas tienen una clara orientación hacia ese público; como ejemplo podemos recordar "Adrenalina", "Playa Salvaje" ( una especie de "Punto de Quiebre" (Keanu Reeves y Patrick Swayze) nacional, claro está que los protagonistas distaban mucho de los de la película, al menos en cuanto a la actuación, ya que de pinta no me pronuncio para que no haya malos entendidos) o la superproducción del canal estatal "Estúpido cupido", la cual, si bien estaba ambientada en los años 60 nos trajo de vuelta todos los éxitos de la nueva ola (algunos con polillas incluidas).

Analizar si las teleseries como género son un aporte creo que es una tarea casi imposible, pero sí podemos ver que, como elemento de entretención cumplen plenamente su objetivo. Lo que sí me deja confundido es el calificativo que algunas personas le dan...... las llaman COMEDIAS........ ¿COMEDIAS?....... algunas de ellas se alejan mucho de ser una; como por ejemplo "Cristal", hija de un sacerdote con una mujer de sociedad, que frente a la vergüenza que implica ser madre soltera la abandona, convirtiéndose así en una pobre chica campesina, que si mal no recuerdo, más tarde queda ciega....... ¿¿¿¿¿Alguien me puede decir en donde esta la comedia ahí?????...... solo un dramón (término que significa drama agudo y proclive a las lágrimas). Pero que más da, TELESERIES, COMEDIAS, SERIAL seguimos hablando de lo mismo.

Increíble resulta como algunos de los telespectadores tienen dudas hasta el final de la serie si la protagonista se queda o no con el galán, obviamente después de un calvario que dura varios meses... por supuesto, hay que pagar la producción. Sólo piense un segundo cuánto puede costar tener locaciones en EE.UU. y Colombia como en el caso de "Amándote" o mantener toda la producción y actores en Isla de Pascua como en "Iorana". Pero no se preocupe, tenemos teleseries para rato, calcule lo que cuestan 30 segundos de comerciales en ese horario y verá por qué duran 6 meses (son el tremendo negocio). Ahora no nos extrañemos cuando en la calle en vez de decirnos hola nos digan iorana, palabra pascuense que significa hola, al menos eso nos dice la producción, aunque la mayoría de las veces nos bombardean con datos inexactos y equívocos; pero que más da, la gente se apropia de la cultura televisiva y la lleva a sus vidas, siendo en muchas ocasiones producto de anécdotas contadas por los actores, que encuentran de lo más gracioso cuando la gente les pide que se quede con la protagonista o que no sea tan malo, pero nadie se detiene a pensar lo terrible que es que las personas pierdan la noción de la realidad y se dejen llevar por lo que la cajita les dice.

Sin perjuicio de todo lo anterior, podemos decir que las teleseries se han transformado en un nuevo género, que mueven millones de pesos, que mantienen tensionada a gran parte de la población y que generan grandes expectativas antes de sus estrenos (programas especiales e interminables repeticiones). Todo esto por el cruel y malvado RATING , recordemos que algunas producciones y programas han sido retiradas por no cumplir con las expectativas del canal, el más reciente caso es el de "Santiago City" producción de Megavisión que no alcanzó a terminar el mes de exhibición. Terrible resulta esta temible cajita que mide la cantidad de personas que ven un programa..... se justificará la muerte de un programa?????........ Bueno, pero eso es otra historia.