Número 3 - Julio 1998
DEL CINE AL SOFÁ

¡Ámame, destrózame, vísteme de colores brillantes 
y de paso, cántame un bolero!

¡Átame! el feminismo y el postmodernismo.

Hace unas semanas recibí un mensaje pidiéndome que hablara de películas que estuviesen en vídeo, y otro en el que me decían que les había encantado Tacones Lejanos (Pedro Almodóvar, 1991) y que querían saber de otros títulos de ese director. Le di vueltas al asunto y decidí juntar los dos mensajes. ¿Qué mejor que analizar Átame (1990), una película de uno de mis directores favoritos, Almodóvar, cuyas producciones se encuentran casi todas en vídeo?

El cine de Almodóvar forma parte de un movimiento cultural español conocido con el nombre de La Movida, el que se desarrolla en respuesta a la represión experimentada bajo el régimen de Francisco Franco (1892-1975). La Movida fue un movimiento que se concentró básicamente en el cine, vídeo, moda y música popular ligando los conceptos de arte clásico con el comercialismo. Este fue el camino por el cual ciertos aspectos sociales, como la sexualidad femenina, por ejemplo, que una vez fueron dejados de lado y escondidos bajo la religión, pudieron ser incorporados a la sociedad y mostrados. Así es como la homosexualidad, prostitución, drogas, crímenes, etc. se convirtieron en tema central del cine y otras formas de arte comercial. En el cine, el corte absoluto que separaba lo malo de lo bueno desaparece, haciendo que éstos valores morales se entrelacen como en la vida real. En el caso del cine de Almodóvar esta mezcla de valores se hace de tal modo que las historias parecen irónicamente más reales que la vida misma, haciendo comedia del drama. Cada criminal o desplazado social no es completamente malo y cada persona, aparentemente normal, no es completamente buena. Sus personajes principales son comúnmente mujeres que tiene una vida difícil, que tratan de sobrevivir en un mundo dominado por hombres, y cuyo dolor y sufrimiento las hace vulnerablemente fuertes, capaces e incapaces de sobrellevar sus vidas y la de los hombres que les salen al paso.

En las películas de Almodóvar, el comercialismo y consumo, encontrados en el uso del vestuario, la moda, telas, arte y colores, son factores importantes que han puesto a este director en la categoría de postmodernista, así también el tema de sus películas y la forma en que éste es entregado al público. Sus producciones son una explosión de colores, luz y decoración de estilo que sigue la última moda en diseño de interiores. En Átame, todo esto es combinado con imágenes religiosas impresas en serie y usadas como decoración al más puro estilo Andy Warhol. La imagen de la Virgen María, usada como ornamento en vez de adoración religiosa, hace un comentario respecto a la forma en que las percepciones religiosas cambian en España, y también establece un paralelo entre la imagen y el personaje principal, Marina. Como la Virgen María, Marina, es una figura que inspira fortaleza espiritual y determinación, y como la Virgen, ella también es adorada y observada como un objeto de decoración y deseo. Consumismo también es mostrado a través del uso de programas de televisión, publicidad, otras películas y el teatro dentro del film. En Átame la pantalla de televisión sirve para comentar sobre la situación del personaje principal y también para bromear sobre España y su política. La película que Marina ve cuando está cautiva, The Night of the Living Death (George Romero, 1968) actúa riéndose de su condición de secuestrada atada a una cama. La publicidad, especialmente uno de los comerciales, comenta sobre la situación de los jubilados en España y sus pensiones pequeñas. Este muestra a una pareja joven, perteneciente al grupo nazi alemán planeando su jubilación con décadas de anticipación y luego se les muestra de viejos vacacionando en España. Esto está parodiando y comentando sobre el régimen de Franco al invitar a los españoles a ser una vez como los alemanes nazis.

Las características intertextuales del cine de Almodóvar son presentadas de forma más bien obvia en Átame a través de la película que está siendo filmada dentro del film. Como la actriz (Victoria Abril) su personaje, Marina, es una estrella de cine que está filmando una película. Esta es una historia de amor que se hace paralela a la historia del film de Almodóvar. Las dos películas tienen como personaje central a un hombre que está perdidamente enamorado y quiere llevar a la mujer de sus sueños a un lugar alejado de todo para vivir juntos y felices por siempre. La mujer en las dos películas resiste los deseos del hombre, pero al mismo tiempo parece conmovida por la fuerza del amor que él le demuestra. Las dos películas tienen un final abierto de similares características, en la película que está siendo filmada, la mujer termina literalmente colgada de una cuerda, sin lugar a donde ir, luego de decidir que no se dejaría llevar por el hombre, y en Átame, Marina termina manejando en una carretera abierta, con su hermana y su amante ex-secuestrador, completamente insegura de lo que será su vida, luego de haber aceptado la proposición del hombre.

Los personajes de Átame no son los personajes típicos, ellos son ladrones, amas de casa, traficantes de drogas, etc. Dos tipos de mujeres son claramente observados, Marina y la esposa del director de la película que está siendo filmada. Marina es una estrella de películas porno, adicta a las drogas, con problemas policíacos, de buen corazón, soltera y que representa a la mujer luchadora, la que no escapa de las dificultades de la vida, aunque a veces lo quisiera. Ella espera hacer algo mejor de sí misma, sola, ya que no encuentra ningún hombre lo suficientemente bueno. Acepta actuar en una película para comenzar un cambio en su vida. Aunque es fuerte, también es vulnerable y necesita ser dirigida, primero por el director quien le dice que hacer y luego por su secuestrador. Por esto, ella parece estar representando a la mujer que cree ser independiente, pero que en realidad necesita ser controlada por una fuerza ajena a la propia, una fuerza masculina. La esposa del director representa a la antigua generación de mujeres, las que sirven al marido y que literalmente caminan detrás de él. Ella es un ama de casa, silenciosa y cabizbaja, hace lo que sea que su marido le pida sin reclamar, aunque no es feliz con el tipo de vida que tiene, no parece querer ningún cambio. Ella sabe que su marido está obsesionado con Marina, que le dio un papel en la película sólo para estar cerca de ella, y que usa su tiempo libre para mirar sus películas porno y fantasear con ella, pero esta mujer prefiere esconder sus sentimientos de insatisfacción antes de abrir la boca, ya que no se imagina una vida sola.

El secuestrador (Antonio Banderas, que estará en The Mask of the Zorro (Martin Campbell, 1998 ) en septiembre) es un ladrón que ha estado gran parte de su vida en un hospital mental y encuentra la forma de salir acostándose con la administradora del hospital. Al igual que Marina, él es un objeto sexual en Átame, es observado intensamente por la cámara desde un punto de vista de mujer deseosa y a la vez homosexual. Al no ser capaz de llamar la atención de Marina, entregándole su corazón en la forma de una caja de bombones, decide secuestrarla. Aunque la forma en que éste trata de hacer contacto con la mujer es violenta y controladora (la mantiene atada a la cama) él no es el que tiene todo el poder. El secuestrador es totalmente dependiente del amor y comprensión de Marina para continuar viviendo, pues su único propósito en la vida es hacer que ella se enamore de él. Aunque Marina pasa de tener el control de su vida a que su secuestrador le diga que hacer y cuando, ella mantiene el control de sus emociones y con esto ella es capaz de manipular al secuestrador. La única vez que ella muestra compasión e interés real en el hombre, es cuando ella lo ve herido luego de haber salido a buscar drogas para ella, es ahí cuando su amor maternal y el cariño afloran. A través de esto, se establece otra conexión entre ella, la Virgen María y la religión. Marina demuestra amor maternal y compasión hacia alguien que la ha herido y es capaz de perdonarlo. Estos segundos de amor espiritual son contrastados con las escenas de sexo. Cuando están en la cama ella reconoce haber pasado una noche con él hace algún tiempo y todo cambia, terminan viendo televisión y comiendo juntos como si fuesen una familia normalmente constituida.

Como otra característica del postmodernismo de Almodóvar, en Átame pueden encontrarse rasgos de distintos géneros del cine. Porque se presentan situaciones bastante fuera de lo común tratados como si fuesen cosa de la vida diaria, Átame se convierte en una teleserie irónica. Esto se observa en el modo en que los diálogos están estructurados, como también en las acciones y reacciones de los personajes. Un ejemplo de esto es la escena en que Marina le pide a su amante ex-secuestrador que la ate otra vez antes de salir, porque ella no está segura si esperará a que él vuelva sabiendo que está libre. Por el mismo tipo de situaciones, la película también es un drama, el hombre y la mujer no tienen sus vidas completamente claras, no son felices y no saben, al menos la mujer, si el amor y una vida juntos es la respuesta a los problemas. En Átame, también hay características de suspenso y horror a través de las escenas de secuestro donde el hombre actúa violento y amenazante, está la tensión de ella tratando de escapar y el queriendo tenerla a su lado no importa cómo. La escena que ejemplifica esto en forma perfecta es en la que ella duerme y él se acuesta a su lado dándole la espalda y también se queda dormido, ella despierta por los ronquidos del hombre y trata de sacar las llaves de su bolsillo para escapar, él despierta pero continúa roncando con sus ojos abiertos a la espera de lo que hará la mujer. El centro de la película es una comedia romántica con fuertes características sexuales que más bien la acercan a la pornografía que a la sensualidad. El sexo está presente en toda la película como algo natural y al mismo tiempo alienado. Ella es una estrella porno, el director de la película en que ella actúa es un paralítico que fantasea con ella, la escena de sexo de los personajes principales es larga, detallada y producida en masa a través de la reflexión de los cuerpos en los espejos que están sobre la cama. Ella pasa casi toda la película en una posición sadomasoquista, amordazada y atada a una cama. Como en todos los romances, Átame, ofrece un final feliz en el que la pareja se reúne, aunque aquí no tenemos la sensación de que la felicidad será para siempre. Marina no está segura si lo que necesita para completar su vida es formar una pareja, si tener a un hombre que la proteja y sea el padre de sus hijos (como le ofrece su amante ex-secuestrador) es lo que ella desea. Marina no está segura si ser una ama de casa y atender a las demandas de su hombre es el cambio de vida que ella esperaba.
 



Si te interesa el cine de Almodóvar, te cuento que en agosto será estrenada, en Chile, su última película Carne Trémula (Live Flesh) que está basada en la novela de la inglesa Ruth Rendell y que trata de la mente de un violador. La película trata el tema centrándolo en el concepto del pecado original y se convierte en una visión exuberante, aunque tal vez algo más seria que sus películas anteriores, y con características de film noir. Abajo está la lista de la filmografía de este director, para que busques sus películas en el club de vídeo.

Otros Títulos de Almodóvar:

  • Carne Trémula (1997)
  • La Flor de mi Secreto (1995)
  • Kika (1993)
  • Tacones Lejanos (1991)
  • ¡Átame! (1990)
  • Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios (1988)
  • La Ley del Deseo (1987)
  • Matador (1986)
  • ¿Qué he Hecho yo para Merecer Esto?!! (1984)
  • Entre Tinieblas (1983)
  • Laberinto de Pasiones (1982)
  • Pepi, Luci, Bom y otras Chicas del Montón (1980)
  • Salomé (1978)
  • Muerte en la Carretera (1976)


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