Lo engañaste
,
hiciste que
hiciera lo que tú querías,
¿qué
te has imaginado, mala mujer?
Neo-noir y
la Femme Fatal
El boom y glamour de las femmes
fatales tiene su origen con el film
noir que es un movimiento que, en Estados Unidos, comienza durante
la segunda guerra mundial, cuya narrativa se basa en las novelas de detectives
de los años 30, y cuyo estilo visual es influenciado por el expresionismo
alemán.
El estilo visual del film
noir se caracteriza por explotar la oscuridad produciendo una sensación
claustrofóbica, la que refuerza su narrativa de desesperación
y la sensación de encontrarse en un lugar sin salida, estilo que
contrasta con el de la narrativa tradicional Hollywoodense, donde el bien
tiene un triunfo garantizado sobre el mal.
El mundo del film noir es
uno de detectives, apostadores, gangsters, es un mundo urbano donde los
personajes están siempre en fuga, ya sea escapándose de alguien
o de si mismos, son personajes desconfiados, solos, alienados y rodeados
por un sentimiento de fatalidad. Temas
característicos de la narrativa noir son los relacionados con traición,
inocencia sospechosa, avaricia y deseo, desarrollados en un mundo sin barreras
morales estrictas y donde las posibilidades de cambio, la transformación,
no existen.
El elemento narrativo envuelve
un protagonista masculino, el que es hechizado por una mujer bella y peligrosa
que lo lleva a un mundo de caos y culpabilidad. Como dije arriba, la atmósfera
de desesperación es expresada a través del estilo visual
que enfatiza cuadros oscuros. La luz principal proviene de lámparas,
ventanas, etc, que se encuentran dentro del lugar donde se desarrolla la
acción, la escasa luz produce áreas de gran contraste
y sombras, las que funcionan escondiendo caras, piezas, etc, y por extensión,
actúa escondiendo la motivación real de los personajes.
Estas características
del film noir han sido incorporadas a películas contemporáneas
como por ejemplo Blade Runner (Ridley Scott, 1982), constituyendo lo que
se denomina el estilo neo-noir.
Películas como Basic
Instinct (Paul Verhoeven,
1992) y The Last Seduction (John
Dahl, 1994) son buenos ejemplos de neo-noir, y su representación
de la femme fatal. Estas películas usan elementos del estilo noir
de los 40 y sus características narrativas, para
envolvernos en historias de crimen premeditado y manipulación. Las
dos películas llevan a cabo, a través del suspenso y eroticismo,
el tema noir de la mujer que usa todo su poder sexual e inteligencia para
manipular psicológicamente y a su ventaja, a hombres de carácter
débil y con menos experiencia.
En The Last Seduction, Bridget
(Linda Fiorentino)
quien ha escapado con el dinero que su marido consiguió mediante
una venta de drogas, convence a Mike (Peter Berg), un agente de seguros,
que mate a su marido, luego que ella se ha deshecho del investigador privado
que éste contrató para seguirla. En Basic Instinct, Catherine
(Sharon Stone) convence
a Nike (Michael Douglas)
de su inocencia. Como las femmes fatales del film noir, Bridget y Catherine,
no tienen corazón, son agresivas, manipulan a los hombres y a todo
aquel que se cruza en su camino, a su favor, pero contrario a las femmes
fatales de los 40, ellas no tienen un papel secundario en la narración,
sino que son el centro.
Ellas son manejadas por el
deseo de estar arriba de todo, trabajan fuera de las reglas, como inventando
un nuevo código moral que funciona sólo para ellas, y como
en el caso de Catherine, también lo hace funcionar para quienes
ella decide incorporar a su mundo. Las dos explotan su femineidad e inteligencia
a su ventaja, utilizando el sexo como el arma principal de doblegación
y manejo del entorno. Ejemplo
de esto, es la escena de Basic Instinct donde Catherine está siendo
interrogada frente a una línea de detectives sentados en una mesa,
y ella cruza sus piernas dejándolos ver que
no está usando
ropa interior. En The Last Seduction, esto puede ejemplificarse con la
escena donde, mientras su marido está tomando una ducha, luego de
volver con el dinero de la venta de drogas, Bridget, escapa con el dinero,
pero para frenar las sospechas de su marido por unos minutos, escribe "como
vamos a celebrar ahora" en una caja de preservativos que ha vaciado, queriendo
hacerle entender que sólo ha ido a comprar y que volverá
pronto.
Bridget carece de dulzura,
tiene una expresión dura y sus frases son directas y despreciativas,
ella saca a luz su femineidad sólo para conseguir lo que desea,
pero incluso cuando pretende ser dulce, la expresión de sarcasmo
en su rostro señala su creencia de que la gente que ella engaña,
esos hombres, ni siquiera merecen el esfuerzo que implicaría una
actuación totalmente convincente. Catherine, posee la misma expresión
de sarcasmo, pero
de quien está a la espera del efecto que tendrán sus palabras
en el otro, a la espera de la reacción que, ella sabe, le permitirá
conseguir su objetivo. Tal como Bridget, ella está segura de las
consecuencias de cada uno de sus actos, las ha pensado con anticipación,
se comporta cual titiritera.
Las femmes fatales son duales,
juegan cambiando caras entre vírgenes y prostitutas, víctimas
y predadoras, son asesinas, destructoras de hombres y al mismo tiempo fingen
necesitar protección, fingen fragilidad. Cuando está buscando
trabajo en el pueblo donde Bridget se esconde luego de fugarse con el dinero,
ésta le explica al hombre que la entrevista, que ha debido cambiar
de identidad porque su marido es un hombre abusivo y la está persiguiendo,
necesita esconderse y le ruega que la ayude. Catherine
llora desconsolada en los brazos de Nick, diciéndole que ella debe
ser fría, que no debe dejarse sentir aprecio por la gente porque
todo el mundo que ella ha querido, ha muerto y ella no podría soportar
perderlo, pero a los dos días le dice que se vaya, que ya no lo
necesita.
El film noir presenta un mundo
de actuación y caretas, Bridget y Catherine son totalmente artificiales
y actúan a su conveniencia, pero ellas no, necesariamente, son irreales
o una invención. "Las mujeres son malas, mjito, nunca se enamore"
una tía abuela le decía a mis tíos convencida del
poder que tienen las mujeres inteligentes sobre los hombres inexpertos.
Para Bridget y Catherine, la vida es una selva donde sólo el más
frío e inteligente tiene la oportunidad de sobrevivir, ellas son
llevadas por el deseo de satisfacer sus intereses propios, por lo tanto
la curiosidad que pueden sentir hacia las otras personas está directamente
relacionada con el efecto que éstas tendrán en sus vidas.
Su dureza no es una coraza que cubre un interior vulnerable, sus actos
son escenas, mera utilería, como las galletas que Bridget pretende
cocinar. Estas femmes fatales nunca se reforman, nunca se comprometen y
pese a todo, acaban triunfantes.
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