DISTRIBUCIÓN GRATUITA     Número 1 - Mayo 1998

En marzo, la premiación de la Academy of Motion Picture, Arts and Sciences (A.M.P.A.S.) cumplió 70 años de existencia. A través de este tiempo se han podido observar algunos cambios en el criterio de selección de las películas que entran en competencia, éste parece dar mayor cabida a las producciones independientes y al cine extranjero, aunque la nominación y entrega de Oscares siguen siendo consideradas un show entretenido y poco serio, en el que se valora la cantidad de dinero recaudado y la popularidad de las películas y actores por sobre la calidad y originalidad. Pese a ésto las nominaciones y premios conservan su prestigio mundial, siendo capaces de abrir puertas a mercados antes inaccesibles.

Es cierto que la temática de las peliculas seleccionadas es tradicional y con cierta relevancia ya sea por tratarse de temas históricos de conocimiento mundial o ligados directamente a Estados Unidos, que a través de éste y otros medios de comunicación se van haciendo universales. Se premia a las superproducciones, esas que envuelven el trabajo de cientos de personas, millones de dólares y que, por sobre todo, tienen tiraje mundial. Sin duda, se piensa que el público no se sentirá atraído por una película que tenga poco que ofrecer, después de todo para que un film sea atractivo debe brindar un rato agradable, hacer derramar unas cuantas lágrimas, o producir, en el espectador, la evasión completa del mundo real, y ésto sólo es posible a través de un guión inteligente, actuaciones convincentes, ambientación y buena cinematografía.

Cada año espero con ansias la entrega de los Oscares y trato de no perderme las películas que me imagino tendrán alguna nominación. Confieso que nunca me he ganado el viaje a California que ofrecen en la página web del A.M.P.A.S. a quien adivine los ganadores de cada categoría, pero he estado cerca. Bueno, este año los Oscares me dejaron conforme, Titanic (James Cameron, 1997) obtuvo un triunfo esperado y más que merecido. Si por alguna razón aún no te has expuesto a esta maravilla de película, házlo antes que la saquen de cartelera, es mejor verla en el cine a esperar que salga en vídeo. Su impresionante detalle histórico y diseño de escenario dan el toque de realismo perfecto a este famoso desastre náutico, el cual está amenizado por un romance ficticio que ataca directo al corazón hasta de la persona más cerebral. El film tiene excelentes actuaciones, un guión brillante y es técnicamente superior a cualquier otra película del 97. Kate Winslet y Leonardo DiCaprio se merecían nominaciones, pero por algún motivo que aún no me explico, DiCaprio quedó excluído. Si te gusta este actor, puedes verlo como el rey Louis XIV de Francia en The Man in the Iron Mask (Randall Wallace, 1998) Esta no es una excelente película, pero sí ofrece buenas actuaciones, especialmente DiCaprio y Jeremy Irons como Aramis, uno de los tres mosqueteros.

Lo mejor de la ceremonia de este año fue el reconocimiento a Stanley Donen y su larga carrera como director de musicales, entre los que se encuentra mi favorito Cantando Bajo la Lluvia (Singing in the Rain, Donen, 1955). Lo otro fue Kevin Costner que se prestó para hacer una parodia de su película The Postman (1997) en los inicios de la ceremonia. Este film no obtuvo el éxito esperado. Claro, a quién se le ocurre intentar otra vez en el género de ciencia ficción después del fracaso de Waterworld (producida por Costner y dirigida por Kevin Reynolds, 1995) y además usando el nombre de la amada película Il Postino (Michael Radford, 1994), la cual fué nominada al Oscar como mejor film del 95, y basada en el libro de Antonio Skármeta, Ardiente Paciencia, que ya antes había sido filmado por Skármeta y actores chilenos (1983). A propósito de cine chileno, me quedé con ganas de que Historias de Fútbol (Andrés Woods, 1997) llegara a los cines estadounidenses y que tal vez fuese nominada en la categoría de mejor película de lengua extranjera (no inglés). Sé que mucha gente en Chile se perdió este film genial, porque con el título se imaginaron cualquier cosa, claro, un conflicto entre la barra de la Cato y de la U, tipo Amor Sin Barreras (West Side Story, Robert Wise, Jerome Robbins, 1961) o un documental en blanco y negro de cómo se desarrolló el juego. Me extraña que la única película que tiene que ver con Chile que ha llegado a Estados Unidos sea Johnny 100 Pesos (Gustavo Graef Marino, 1993), una coproducción chileno-mexicana. Me pregunto si los productores y distribuidores chilenos sabrán realmente cómo dar a conocer lo que se hace en Chile.

De las otras películas nominadas, L.A. al Desnudo (L.A. Confidential, Curtis Hanson, 1997) tenía grandes posibilidades de ganar el Oscar como mejor película. Es un excelente film noir contemporáneo, que tuvo bien merecidas cada una de sus 9 nominaciones y 2 Oscares, por tener excelentes actuaciones y un guión intrigante e inteligente. Narra la vida de Estados Unidos en los cincuentas dentro de una temática de corrupción, deseos de grandeza, el auge de los medios de comunicación -especialmente el cine- y con ello la manipulación de la información. Danny DeVito ofrece una buena actuación como editor de prensa amarilla, ¿por qué nunca habrá sido nominado en los Oscares, pese a su trayectoria? y para qué decir Spike Lee, que una vez más quedó con sólo la nominación, bueno esto último no parece tan extraño, si se tiene en cuenta que Alfred Hitchcok jamás ganó un Oscar.

Los otros tres films nominados en la categoría de mejor película no tienen nada que envidiar a Titanic y L.A. al Desnudo. Todo o Nada (The Full Monty, Peter Cattaneo, 1997) es la historia de un grupo de trabajadores del acero que quedan desempleados luego del cierre de las fábricas metaleras en Inglaterra, y que no encuentran trabajo. Entonces deciden crear un grupo de baile exótico, al estilo de Chippendale. Esta es una comedia agridulce que muestra el cambio de posición del hombre en la sociedad actual, ahora no sólo las mujeres sino los hombres también deben estar conscientes de su apariencia física, ellos también son objetos de deseo sexual y de admiración. Este film es una oda al compañerismo y las ansias de seguir adelante no importa lo que cueste. Las actuaciones son de primera y la historia atrae por su originalidad. Me habría gustado que este film hubiese recibido más nominaciones y que se hubiese llevado a Inglaterra no sólo el Oscar como mejor música de comedia sino que también uno reconociendo el guión. En Busca del Destino (Good Will Hunting, Gus Van Sant, 1997) narra la historia de un joven superdotado con problemas de adaptación que encuentra apoyo en un siquiatra viudo (Robin Williams). El film es romántico y bonito, pero poco convincente en cuanto a contenido, no en cuanto a las actuaciones, me sorprendió su nominación como mejor película, aunque me alegró el reconocimiento del guión, no tanto por su calidad sino por tratarse de artistas jóvenes. Mejor Imposible (As Good as it Gets, James L. Brooks, 1997) tiene excelentes actuaciones de los tres personajes principales, Jack Nicholson, Helen Hunt y Greg Kinnear, bien merecidas sus nominaciones, y los Oscares recibidos, aunque la actuación de Nicholson no es la mejor que le he visto. Definitivamente, lo mejor de esta película son los diálogos y el perro, sí, el perro.

Este año, como nunca, las cinco películas nominadas como mejor película recibieron Oscares. Estas se distribuyeron los premios principales, los de actuación, guión, cinematografía, diseño de escenario, etc. Podría decirse que éstas y Hombres de Negro (Men In Black, Barry Sonnenfeld, 1997) -que obtuvo un Oscar en la categoría de maquillaje- fueron las ganadoras del 97. En ciencia ficción, mi segunda película favorita para ser reconocida con un Oscar era Starship Troopers (Paul Verhoeven, 1997) nominada en la categoría de efectos visuales. Este film presenta un futuro caótico y sanguinario. Un planeta donde la única forma de ser reconocido como ciudadano terrestre es siendo miembro del ejército, y donde la unidad es consecuencia de la necesidad de defenderse del ataque de insectos gigantes, inteligentes y pérfidos. La historia es completamente insubstancial, pero lo que me llama la atención es el nazismo incorporado con toques del género de ciencia ficción de Hollywood en los cincuentas y la fotografía de comic books. Este film utiliza actores que se podrían calificar como de "segunda" (cine B), más bien conocidos por seriales de televisión y programas cómicos, que por otra cosa. Otra película que pareciera ser de semejantes características es la basada en la serial de televisión Perdidos en el Espacio (Lost in Space, Stephen Hopkins, 1998) que tiene como actor principal a Matt LeBlanc, más conocido por su rol en Friends. Esta estará pronto en los cines.

Establecer la calidad de una película, o cualquier otra forma artística, es algo totalmente subjetivo, depende tanto del estado de ánimo de quien la observa como de sus vivencias culturales. Pero hay algo que se mantiene como una norma, lo que es catalogado de bueno, es siempre lo que es capaz de hacer sentir y pensar, lo que tiene la habilidad de entretener, lo que muestra alternativas diferentes a lo acostumbrado, lo que hace creer, y lo más importante, lo que posee la facultad de transportar a otros mundos, impresionando.