¿COMO PARECER INTELIGENTE?
Primero: hablar poco. Segundo: hablar menos. Tercero: en lo posible,
no hablar. En una reunión numerosa, buscar un rincón algo
apartado (no tan apartado que no puedan verte) y sentarte, con la mirada
perdida, como si tuvieras pensamientos importantes, problemas que resolver.
Si es en una comida, conversando alrededor de una mesa, deja que
todos hablen antes que tú. Y cuando te parezca que dicen algo importante,
haz un leve movimiento de cabeza, gozoso, asintiendo. Si todos han hablado
ya y te miran, como si pidieran tu opinión, no puedes evitar el
decir algo. Te pongo un ejemplo: Si se hablaba de elefantes y tú
no sabes con certeza si abundan en la China o en la India, en África,
¡En África, sí, acuérdate del marfil! O en Madagascar,
entonces sal del paso con una frase como ésta: ‘Precisamente yo
ayer soñé con elefantes”. Invéntate un sueño,
eso viste mucho, acuérdate de Darío y hazlos desfilar por
el jardín de tu sueño; construye kioskos de malaquita, ¡siempre
que sepas lo que es la malaquita!, o deja que con su trompa te instalen
sobre su lomo mientras tú te niegas a despertar. En general, las
personas poco inteligentes casi no tienen sueños o no saben contarlos.
No utilices demasiado tus manos al hablar, úsalas con moderación,
pero siempre con los dedos extendidos, que parezcan más largos de
los que son. Habla lento, deja silencios -ni muy cortos, ni muy largos-
mientras diriges tu mirada -los ojos bien abiertos- a todos los comensales.
Utiliza la puntuación en tu mirada, en tus palabras, Me explico.
A veces, punto y aparte. Importantes, los paréntesis. Baja la voz
(pero que todos te puedan oir) y dirígete a tu vecino de la izquierda
-tiene que ser el de la izquierda, no me preguntes por qué- y lanza
un frase, ojalá sin sentido, para que cada uno le aplique el suyo.
Con frecuencia usa los puntos suspensivos; un “pero…” y la mirada deslizándose,
suave, por algún punto remoto, por encima de las cabezas de los
que te escuchan.
Cultiva la ambigüedad, la melancolía, el enigma. Conviértete
en esfinge.
Si sigues mis consejos, tal vez, algún día, llegarás
a ser inteligente. En todo caso, podrás parecerlo.
RAFAELA
cuéntame
qué piensas
|