LA LUCHA CONTRA LA EROSION

El problema de la erosión de los suelos no afecta sólo a nuestro país. En Japón, por ejemplo, la necesidad de ocupar cada vez más espacio para su población ha creado un gran peligro en las laderas de los cerros. Como esos lugares se encuentran erosionados, cada vez que hay alguna tormenta o terremoto, los terrenos ceden y caen sobre las viviendas. La solución que han aplicado es construir barreras de concreto para evitar los derrumbes.

En Chile el caso es diferente, pues la prioridad es recuperar los suelos y no “contenerlos”. Y como el dinero es poco, se han desarrollado diversas técnicas económicas para lograr este objetivo:

Regulación de flujos hídricos: Son obras que pretenden encauzar el escurrimiento del agua. Se utilizan cuatro técnicas:

Canal de desviación de aguas: consiste en cavar zanjas de 50 metros de largo en las cabeceras de las cárcavas y en laderas con riesgo de erosión creciente. Así se detiene el flujo del agua y se evita que continúe erosionando.

Otras técnicas de este tipo son: canal longitudinal de sacos de tierra (un canal hecho con sacos); canal transversal simple (para evacuar el flujo hídrico de caminos); y canal transversal compuesto (igual que el anterior).

Incremento de la infiltración: Se utilizan para que el suelo aumente su capacidad de absorción del agua, y para acumular agua de lluvia para el riego. Las técnicas usadas son:

Zanja de Infiltración: Se cavan zanjas a intervalos regulares que dependen del terreno, y se siembra pasto alrededor. Con esto se disminuye la velocidad de escurrimiento de las aguas lluvia, se retienen los sedimentos arrastrados por ella y se almacena agua.

Terraza forestal: Se utiliza en laderas con erosión incipiente. Se excavan terrazas en las laderas, y se plantan árboles y/o siembran pastos. 

Obras lineales de control en laderas y taludes: Se ejecutan para disminuir la erosión superficial de los taludes, reducir la velocidad de caída del agua, y para acumular los sedimentos que ésta arrastra. Así se construyen pequeños muros con distintos materiales, con lo que cada técnica recibe su nombre: revestimiento de neumáticos, fajinas de sarmiento (trenzado de ramitas de sarmiento), fajinas de ramas, sacos rellenos de tierra, y con postes de madera.

Cubiertas Superficiales: Son tratamientos que buscan evitar el impacto de las gotas de lluvia en el suelo, disminuir el flujo de aguas superficiales, y evitar la compactación acelerada de la superficie del suelo. También buscan evitar que las semillas se sequen por la acción del sol y el viento, captar humedad atmosférica y minimizar la pérdida de semillas por el ataque de las aves del lugar.

Las técnicas usadas son:

Cubiertas con esteras de especies nativas, con ramas de eucaliptos, o con caña de maíz. Se realizan verdaderas mallas con estos materiales y se ponen sobre el terreno.

Regulación de flujos hídricos en cauces: Buscan amortiguar el impacto del flujo del agua en bruscos cambios dependiente y en las riberas. Para ello deben disminuir la velocidad del agua. Para lograr esto se utilizan: Diques de postes de madera, y de estructuras gavionadas (estructuras rectangulares de malla de metal, rellenas con bolones). Al mismo tiempo se construyen disipadores, que son cajas de madera rellenas con ripio y bolones. Se ubican en las caídas de agua de los diques, para evitar que el líquido erosione la base del dique.

Control y estabilización de taludes: Son obras realizadas para evitar que los taludes se derrumben, y al mismo tiempo dejar estructuras que permitan la siembra y plantación. Las obras que se usan son:

Estructura de postes de madera, malla de sombra tipo raschel, muros de postes de madera, muros de sacos rellenos, y muros neumáticos.

Biológicos: Se usa para plantar áreas con erosión severa y taludes de pendiente escarpada. Consiste en realizar una mezcla de agua, semillas, humus, fibras y fertilizantes. Luego, con una manguera a presión, una motobomba y la mezcla, se riegan los taludes.

Todos estos métodos han sido aprobados por CONAF, quien realizó los experimentos con la asesoría de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón. La descripción detallada y explicaciones se encuentran en el “Manual de Control de Erosión”, editado por CONAF. 

Si quieres saber más, dirígete a Samuel Francke o Enrique Williams, del programa de Ordenación y Manejo de Cuencas de CONAF, al 02 - 390 00 00.
 
 

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